**NUEVO**
Autor: Cristián Arriagada
El año 2019, la periodista Javiera Suárez dejó este mundo luego de una dura batalla contra el cáncer, que mantuvo en vilo a todo el país. Sin embargo, antes de su partida, se produjo un milagro: el nacimiento de su hijo Pedro, el único niño en el mundo en nacer de una madre con un cáncer melanoma avanzado y tratamiento con inmunoterapia. Dos años después, Cristián Arriagada, marido de Javiera y padre de Pedro, configura este conmovedor relato en forma de cartas dirigidas a su hijo, con la mirada puesta en el futuro, imaginándolo como un adolescente lleno de preguntas y ganas de saber más acerca de su identidad, su origen y su historia. Historia de un milagro constituye una narración llena de vívidas anécdotas y profundas reflexiones en torno a la inevitabilidad de la muerte, el proceso de duelo, el aprendizaje y desarrollo de la resiliencia, el poder del optimismo y el tremendo valor de saber mirar el dolor como una oportunidad.
Reseña: La Fundación Casa Familia nace en Enero de 2001 con el objetivo de acoger a niños de provincia, que estén recibiendo un tratamiento contra el cáncer en el Hospital Luis Calvo Mackenna, permitiéndoles vivir este difícil proceso en compañía de sus madres; otorgándoles alojamiento, alimento, apoyo espiritual y emocional; y asesoría respecto del cuidado especial que necesitan. Queremos ayudarles a manejar una situación tan extrema; otorgándoles además, casa, comida, compañía y enseñarles los cuidados que a nivel doméstico debe recibir un paciente. Acompañarlos a vivir!
Hoy día, contamos con un moderno edificio de 4 pisos ubicado en la comuna de Ñuñoa, el cual nos permiten acoger a treinta niños junto a sus apoderados. Contando con un piso por completo habilitado para recibir a niños post- trasplante de medula ósea, donde se les mantiene con las máximas condiciones de aislamiento y riguroso control en cuanto a higiene y alimentación para minimizar el riesgo de infección y rechazo.
Nuestra tarea la podemos llevar a cabo, gracias a la generosa ayuda de voluntarios que colaboran en el tratamiento y cuidado de los niños, y de nuestros socios, que realizan un aporte fijo que nos permite cubrir nuestras necesidades. Sin embargo, estamos conscientes que la necesidad aumenta día a día por lo que nuestra labor nunca termina, más bien recién comienza.